Un relato bíblico de poesía y amor: Tal vez el amor es el “Cantar de los Cantares”

El “Cantar de los Cantares”, un texto bíblico que genera controversia y también intriga, cuando se lo analiza más allá del dogma religioso que lo escrutiña.

Justamente hoy 22 de Julio, cuando estoy escribiendo esta nota, es el día de María Magdalena. Una de las mujeres de la biblia, a quien este libro es dedicado en misas. Quizás, ella la mayor reivindicación de la mujer y a la vez a quién más han censurado. A través de su imagen justificaron, a lo largo de los más de 2000 años del cristianismo, la exclusión del género femenino o la demonización pecadora que ya habían perpetuado en Eva. Y en el Cantar encontramos la historia de otra mujer. Sin embargo, pareciera ser un ejemplo de cómo en el mundo secular de los vínculos, existe una relación con la divinidad. O al menos es lo que la religiosidad ha querido aseverar del porqué una historia de amor y de pasión, se encuentra en la Biblia. El judaísmo, la cabalística, el cristianismo, el catolicismo y el protestantismo cristiano lo hacen parte de su enseñanza.

Pero lejos de centrarme en estos puntos, mi objetivo es poder analizar la idea que subyace en esta historia: “El amor siempre triunfa”.

Este suceso trata de un joven pastor y una “sulamita” (se dice que Salomón, quien habría escrito la historia, la denomina así por su procedencia y por su belleza), que fueron obligados a separarse a pesar de su gran amor. No obstante, buscaron siempre la forma de volver a reunirse, y las vicisitudes de la vida, los volvía a separar. Aunque en ellos vivía firmemente la idea de que algún día los esperaba el tiempo y el lugar del reencuentro. Sin dudas esta aventura nos habla del momento de estar enamorados. Analógicamente, como ese abismo al que uno se lanza sin mirar abajo, confiando en qué el amor todo lo puede. Y aquí les traigo una incógnita: ¿Será que con sólo amor es suficiente? ¿Y qué más se necesita para vivir una historia así?

Este libro es una colección de poemas, y el llamarlo de esta forma, tiene la connotación de ser la  “mejor canción”, ya que de esta manera se denominaba a algo que sobresalía por lo demás. Acerca de este punto me cuestiono si no quiere decir que el amor es lo mejor que nos puede suceder. Y si así es, entonces, ¿por qué sufrimos por amor?. Tal vez el amor no escape a la regla que para ser un diamante, antes el carbón debe transitar una gran presión. Y en la vida del amor esto sería los avatares que conlleva una relación, y sólo estar atados a la esperanza de llegar a un punto donde encontrarnos.

Y mientras tanto está siempre la espera, de que algo maravilloso puede sucedernos. Una espera que a veces se asemeja a una ilusión. Pero sin embargo ésta espera tiene una ventaja, la de hacernos mover, la de hacernos avanzar con la mirada a un objetivo futuro. Y aquí la otra pregunta que me hago: ¿No será que el amor es el motor que enciende nuestro ser? ¿El que nos permite aventurarnos en la vida y darle sentido a nuestra existencia? Tal vez es la mejor canción que nuestros sentidos puedan experimentar. Tal vez el amor es el “Cantar de los Cantares” de la vida, que alimenta nuestro ser con poesía, nos endulza con miel, nos apasiona, y nos deja caer para luego volvernos a levantar. Una especie de experiencia religiosa que tiene una mística difícil de dilucidar. Sin dudas el amor es un triunfo que perdura más allá de creencias, dogmas, lugares o el tiempo en el que se produzca. Al final el amor siempre gana.