El Cordero de Dios
– “¿Y cuando llegue el momento… el muchacho deberá morir?”
– “Sí, sí. Debe morir.”
– “Lo mantuviste vivo para que muera en el momento apropiado.”
Este diálogo, pertenece a la película “Harry Potter y las reliquias de la muerte”. Se produce entre el misterioso profesor Snape y Dumbledor, el director del colegio de magia y hechicería Hogwarts, donde estudia Harry y sus amigos.
La breve conversación sucede poco antes de que Harry Potter se entregue a Lord Voldemort, el oscuro y aterrador villano de la historia. El joven mago, había descubierto que la única manera de acabar con la tiranía del Señor Tenebroso era entregándose, y morir.
Martín Gallo, teólogo, profesor de filosofía y observador de las acciones del mundo cotidiano al que vive relacionando con la fe, me contó éste singular vínculo que según él existe entre Harry Potter y parte del desenlace del relato evangélico.
“Lo mantuviste vivo para que muera en el momento apropiado”, le dice el profesor al director de la escuela de magia.
“Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, le dice el sacerdote a los fieles antes de tomar la comunión en misa.
¿Qué significa esta frase tan repetida, la misma que dijo Juan el Bautista cuando vio a Jesús? ¿Que significa que Jesús sea “El cordero de Dios que quita el pecado del mundo”?
Con entusiasmo, Martín primero invita a repasar las fiestas judías. Los hebreos celebran el Pesaj, que significa “Paso”, “Pascua”. Así recuerdan cómo se liberaron de la esclavitud y partieron desde Egipto hacia la tierra, que según Moisés, les prometió Dios.
En el libro del Exodo, Dios dice a Moisés y Aarón que debían de elegir un cordero puro y sin manchas, y cuando se reuniese la comunidad tenían que inmolarlo. La inmolación era una forma de sacrificio. La sangre del cordero se rociaba en el piso, y así el rito tomaba forma de sacrificio expiatorio. Esa sangre era derramada para el perdón de los pecados.
Los cristianos conmemoran la muerte de Jesús el viernes santo. Jesús, como un judío más, también participaba de las fiestas pascuales, y por eso celebró la última cena. Los días finales de Jesús se desarrollan durante la celebración del Pesaj.
Cuando crucifican a Jesús, el evangelio describe que “Toda la tierra quedó en tinieblas hasta la hora nona”. Esa hora corresponde a las 15 hs. La ley judía establecía que se debía sepultar al muerto el mismo día del fallecimiento. Entonces los soldados romanos, para asegurarse de que Jesús no seguía con vida, con una lanza le abrieron el costado derecho, del que “brotó sangre”. La sangre de Jesús fue rociada en el suelo a las 15 hs., la misma hora en la que se sacrificaban los corderos en el templo judío, pidiendo perdón por los pecados.
Así Jesús, se convirtió en el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, porque siendo una víctima pura y sin manchas, murió en el momento apropiado, como un cordero, para librar al mundo de la tiranía del pecado.
En las horas cruciales de Harry Potter, el profesor Snape le dice a Dumbledor:
– “¿Y cuando llegue el momento… el muchacho deberá morir?”
– “Sí, sí. Debe morir.”
– “Lo mantuviste vivo para que muera en el momento apropiado.”